Este año se ha hecho más evidente el crecimiento desmedido de los alquileres en España. Aunque parece que durante agosto se dio una disminución de algunas décimas al ritmo de crecimiento porcentual que venía mostrando desde hace siete meses.

Durante ese período llegó a 4% la progresión del canon por mes, pero ya en julio comenzó un leve cambio que lo ubicó en 3.95, correspondiendo al mes recién culminado (agosto 2018) del 3.92.

Otras zonas del país

En algunas zonas superó casi el 50% evidenciado en este quinquenio 2013 – 2018, un aspecto que no encuentra base en los salarios ni en los ingresos de las familias que optan por estas formas de contar con una vivienda.

En la práctica esto se ha vivenciado en un incremento de 10% anual, a lo cual se han unido las reformas efectuadas en las leyes de arrendamiento por el gobierno anterior. Esto significa que las familias que buscan un techo no pueden cubrir montos que en la actualidad superan fácilmente los 1.100 y 1.200 euros al mes.

Cifras correspondientes al promedio solicitado por un piso con dimensiones cercanas a los 80 metros cuadrados en Barcelona o en Madrid, ciudades donde este crecimiento ha sido más continuo y elevado.

Ni siquiera la idea de compartir un espacio es rentable actualmente, algo que suelen experimentar los estudiantes que necesitan un piso compartido para estar cerca de sus universidades.

Estadísticas

Actualmente supera en unos 35 euros los costos de un año atrás (la oferta ronda en este momento unos 415 euros al mes). Los alquileres han superado inclusive el incremento de los precios por las casas, en una proporción de 3 a 1, pues los costos de aquellas no superan el 6.2%.

Se percibe así un gran desequilibrio entre salarios y rentas. Como lo expone el INE, el salario sólo ha aumentado 0.1% para ubicarse en 22.806 euros al año, mientras esas rentas llegaron a 18.4% durante 2017.

¿Cómo puede entenderse esto, cuando una familia debe dedicar alrededor de 40% de su ingreso a cubrir el canon de su vivienda, una situación que es común para 37% de ciudadanos que viven alquilados?

Son montos que no se corresponden ni siquiera con las cantidades invertidas en reformas o mejoras de los inmuebles. Pues los incrementos suelen ser de unos 400 euros al mes, muy por encima de lo erogado por esas reparaciones.

No es gratuito que los desahucios por impago hayan alcanzado una cifra de 6%. En parte por la modificación realizada a la Ley de Arrendamiento de 2013. Se hizo en ese momento un cambio en los tiempos de las contrataciones por renta. Pasando los contratos de cinco a tres años mientras las rentas dejaban de relacionarse con el IPC.

Esto dejó al inquilino desprotegido ante los aumentos de los alquileres y más expuestos a procesos de desahucios si no pagaban a tiempo. A lo cual se une la falta de construcción de viviendas sociales y la escalada de propiedades que se han adquirido con fines turísticos.

Medidas para contrarrestar la crisis

En un intento de poner fin a esta situación, el Ministerio de Fomento ha planteado un plan consistente en retomar nuevamente los tiempos de los contratos de tres a cinco años, estimulando con incentivos fiscales la oferta de los alquileres.

Simultáneamente busca limitar las fianzas, buscando como objetivo final dar un respaldo a la política pública de vivienda y dirigir recursos a residencias sociales mientras se propone que haya suficientes pisos de alquiler a precios controlados.

Para este mes de septiembre se tiene mayor claridad del descenso que ha sufrido la tasa de crecimiento de los alquileres en comparación a 2017, cuando llegaron a dos dígitos. Se estima que aunque se percibe un leve descenso en su cuota de crecimiento, éste no se ha detenido.

Analizando la situación y a pesar de muchos agoreros expresan no verle momentáneamente un tope a esos aumentos, la lógica indica que el techo lo impondrán los salarios per se.

Cuando un arrendador no consiga a quien rentar su propiedad, tendrá que bajar el monto del canon que haya solicitado con anterioridad. Sobre todo si capta otra realidad que se está presentando, el pago de una hipoteca, que volverá a ser de 100%, tiene una media de 450 euros, poco más de las mitad de lo que cuesta vivir en alquiler.